Inauguro mi nuevo formato de blog, con una colaboración de fábula. En primer lugar dar las gracias a Sergio Galán, mi compañero, mi amigo… que ha dado vida a este pequeño rincón de sueños que convierto en galletas, sin él, muchas cosas de las que hago no saldrían a la luz, me transmite fuerza, seguridad, y el empuje necesario en el camino diario, tengo en casa un Community Manager y una persona extraordinaria.
Galleta de primavera de fábula.
Cuando me propusieron participar en este mágico proyecto, no pensé, en la trascendencia que iba a suponer en mi vida tanto personal como profesional esta dulce colaboración. Con un granado ramillete de artistas del Sugar Craft en el panorama nacional, gracias a todos y cada uno de ellos, los que quedamos, y los que no pudieron continuar por sus apretadas agendas, me habéis hecho crecer, y creer firmemente que podemos hacer comunidad.
Gracias a los que organizaron este loco proyecto: Patricia Bonillo, Isabel Tamargo, Arantxa Arteaga y Daniel Diéguez, que confiaron en todos nosotros para hacer realidad un sueño.
Y sin más, os presento:
https://www.facebook.com/PrimaveraDeFabula
Galleta despertando recuerdos con los sentidos.
Nos propusieron contar una historia, leyenda, cuento, que hiciera alusión a la llegada de la primavera con moraleja final, y reflejarla en nuestro trabajo, en mi caso debía contar mi cuento en una galleta, enseguida pensé en un pequeño relato que había escrito hace un par de años, en el que se mezclan mis recuerdos infantiles, con una historia ficticia.
Dibujarla no me supuso mucho esfuerzo, pues tenía las imágenes grabadas en mi memoria, plasmarlas en la galleta era un esfuerzo adicional, últimamente trabajo mucho con el royal icing, así que tuve claro que sería el eje de mi trabajo. Para la base, se me ocurrió teñir masa de galleta en varios colores y crear el fondo del paisaje, los elementos que forman el conjunto debían tener volumen y color, en mi relato dice que las naranjas parecían lunares colgadas del paisaje, el follage de los árboles son lunares de glasa con mucho volumen.
La jaula debía aparecer en un segundo plano, aunque es el centro donde confluyen los setos del «jardín afrancesado». La protagonista indiscutible es la niña, representa el recuerdo de Isabel al revivir los aromas, colores e imágenes guardados en su memoria, por eso no tiene color, así cobra todo el protagonismo de la escena. Al fondo el tono violáceo de las jacarandas del bosque cercano…
«Los recuerdos están grabados a fuego en el subconsciente. Tan solo hay que tocar los resortes adecuados, para que afloren en toda su intensidad».
Espero que disfrutéis con esta galleta, de toques naïf, y que refleja una parte de mi.
¿Conectamos?