Estoy especialmente orgullosa de esta galleta. Lo que en un principio iba a ser un tradicional adorno navideño, al girar el cortador se convirtió en este cerdito cocinero o mejor, chef de primera categoría, que ya tiene vida propia y se me puede enfadar. Y al que Lorena bautizó como Monsieur Clafoutis gran chef de la prestigiosa escuela «Le Cordon Bleau».
Y sin más dilación, ta ta chan Monsieur Clafoutis, (disculpad si os parece altanero, es que tiene el ego un poco subido, pero en las distancias cortas gana mucho).
¿Conectamos?